Históricamente, cuando un producto obtenía prestigio en el mercado consumidor, existía una tendencia a designarlo con su lugar de origen.
Actualmente, la Denominación de Origen garantiza no sólo el origen geográfico, sino también la calidad de un vino, y que el vino está elaborado a partir de determinades variedades, y con prácticas vitícolas, enológicas y de envejecimiento establecidas previamente.
En Cataluña se destinguen doce denominaciones de origen: Alella, Cataluña, Cava, Cuenca de Barberá, Costers del Segre, Empordà, Montsant, Penedès, Pla de Bages, Priorat, Tarragona y Terra Alta.