Conocida por sus vinos rosados, ya que es de las pocas Denominaciones de Origen donde más del 25% de sus elaboraciones son vinos rosados. La DO se destaca por sus vinos tintos y rosados, elaborados principalmente con las variedades Tempranillo y Garnacha. La región combina tradición e innovación, ofreciendo vinos de alta calidad que reflejan el carácter único de su tierra.

Los primeros testimonios documentados del cultivo de la vid y la elaboración de vino en Navarra proceden de la época de la dominación romana. Restos de antiguas bodegas romanas, monumentos funerarios y ánforas confirman la importancia social y económica del cultivo en esta época.

El siglo XIX fue el de más auge en la viticultura navarra y a la vez el más catastrófico. La aparición de la filoxera en Francia hizo que en Navarra se produjera una auténtica explosión del cultivo y de la exportación de vinos al país galo. Pero pocos años después la filoxera llegó y arrasó el viñedo navarro. De las 50.000 hectáreas en cultivo en Navarra quedaron destruidas 48.500. Actualmente, Navarra cuenta con 10.500 hectáreas repartidas en las cinco zonas para la producción vitivinícola. Como se decía anteriormente: el blanco, del Penedès, el tinto, de La Rioja y el rosado… ¡el rosado de Navarra!