A partir del año 930 Finca Viladellops inició su historia junto al castillo de Olèrdola, con una torre medieval, actualmente perfectamente conservada, y que significa el inicio de la creación del pueblo vitivinícola que lleva su nombre: Viladellops.
La bodega produce vino desde 1877, empleando métodos tradicionales que aún se utilizan en la actualidad. En la década de los noventa, la bodega experimentó un proceso de modernización y optó por centrarse en la creación de vinos de alta calidad y con marcada esencia mediterránea. El nuevo proyecto introdujo las variedades de uva autóctonas como base de los vinos para trasnmitir la tipicidad y el aprecio de la zona: la Garnacha y el Xarel·lo.
Un proyecto familiar auténtico
La familia Desvalls, propietaria de la finca, hasta el 1980 elaboraba el vino de manera tradicional, pero a partir de 1999, la nueva generación de la familia, apostó por la vitivinicultura moderna. Esto dio lugar a un proyecto típico 100% mediterráneo.
Marcelo Desvalls, actual propietario, es el principal creador de esta nueva era de Finca Viladellops, derivándolo a un proyecto sentimental donde evocar todos los esfuerzos.
Él mismo explica:
'Nací entre viñedos, y mi infancia ha estado vinculada a la tierra. Me gustaría y así espero, poder dejar un legado y traspasar el testigo a la siguiente generación. Desde los inicios he buscado con pasión respetar el paisaje y junto con todo mi equipo elaborar unos vinos de calidad que expresen la magia del Macizo del Garraf'