Ya en el año 1752 los ancestros de la familia Pérez figuran como viticultores en Valtuille, elaborando vino de algunas parcelas que hoy forman parte de la bodega. Tradición, experiencia y respeto al terruño y a la labor de sus antepasados definen el carácter de su trabajo, marcan el perfil de sus vinos y la vida de ya nueve generaciones de la familia vinculadas al negocio familiar. Castroventosa puede decir con orgullo que es una de las pocas bodegas del Bierzo con todos los viñedos en propiedad. Sus viñedos de mencía cuentan con más de 85 años de edad.