El Macizo del Garraf, esta a media hora en coche al sur de Barcelona, allí encontraras Foresta. Trabajan 60 hectáreas situadas en el pueblo de l'Arboçar y sus aledaños. Las cepas se encuentran plantadas en terrazas con márgenes centenarios construidos con la tradicional técnica de la piedra seca. Los terrenos son tan poco profundos que las raíces en seguida chocan con un lecho de piedra caliza por donde se escurre el agua de la lluvia.
En la viña no utilizan ni pesticidas ni herbicidas, trabajan para restaurar el equilibrio del terruño. Al mismo tiempo, redescubren el valor patrimonial de nuestras antiguas barracas y márgenes de piedra y trabajan para protegerlos. Los vinos de Foresta nacen de las viñas más altas, las que surgen de los suelos más pobres, allí donde las cepas dan menos producción. Vendimian la uva a mano para poderla seleccionar desde el principio, y la transportan a la bodega en cajas pequeñas.