Existe una teoría que indica que los monjes de Cluny llevaron la uva albariño al monasterio de Armenteira en el siglo XII y que desde allí su cultivo se extendió al resto de Galicia y norte de Portugal. El mayor reconocimiento de esta svariedades y vinos se obtiene de los años 80 del siglo pasado. con la puesta en funcionamiento de la Denominación de Origen Rías baixas y de su Consejo Regulador, que supo prestigiarlos y trasladar a los consumidores su extraordinaria calidad.