La evolución de la viticultura en la Conca de Barberà ha ido muy ligada a la evolución histórica de la comarca. Sus antecedentes se remontan a los tiempos de los romanos. Durante la ocupación sarracena, los viñedos prácticamente desaparecen del territorio, ya que el Corán prohíbe su cultivo. No es hasta la baja edad media que el cultivo de la viña juega un papel muy importante. En el siglo XVIII la exportación del vino hacia Europa y América convierte la viña en el cultivo casi exclusivo de la comarca. Se construye márgenes y bancalades, para conseguir la máxima cantidad de suelo cultivable, así como la línea ferroviaria Reus-Montblanc para trasladar los vinos de la Conca de Barberà los puertos del litoral tarraconense.