Armonía de piedra y paisaje sobre la que ha ido quedando marcada la huella de los tiempos. Así es nuestra casa familiar en la que durante generaciones hemos convivido la familia y no pocos sueños.
Sueños que hoy son realidad, y así hoy, como ha sido siempre, nuestra casa sigue siendo paradigma de nuestro respeto por la tradición, por la arquitectura, por el paisaje. Y por encima de todo, de nuestro respeto por las viñas, la uva y el vino.