La bodega nació el año 2007 con la ilusión de elaborar unos vinos que reflejen la grandeza de la garnacha y de una comarca vinícola tan extradordinaria com la Terra Alta. Su paisaje, las terrazas de viñedo y las fous son el paraje idóneo para que esta variedad se exprese con su mayor plenitud.
Fue Ramon Roqueta Segalés -miembro de una familia con una larga tradición vinícola que remite al siglo XII - quien emprendió este proyecto personal. Durante sus estudios de enología en Francia la variedad garnacha lo sedujo por su expresión y elegancia. Fue entonces cuando empezó a incubar la idea de desarrollar un proycto basado en esta variedad, buscando el territorio donde mejor se expresara.
Las 15 hectáreas de viñedo de la bodega están situadas en una propiedad de 60ha. de terreno al norte del municipio de Batea, que delimita con la frontera de Aragón. Los vinos ponen en valor la riqueza de dos variedades tradicionales, garnacha blanca y garnacha tinta, que ofrecen en la Terra Alta su expresión más excepcional.