Abadía de Poblet, la única bodega de Cataluña ubicada dentro de un monumento histórico úna la tradición vitivinícola de los monjes de la Orden del Císter, procedente de Borgoña, con los conocimientos de la Conca de Barberà, una zona única que ha sabido mantener el cultivo de varietales autóctonos. La filosofía de los nuevos vinos de monasterio, que recuperan varietales locales es que transmitan las características de las uvas con las que se elaboran y el terroir en el que han sido cultivadas.